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Cada 7 de abril se celebra el Día Mundial de la Salud, una fecha que me parece fundamental para hacer una pausa, reflexionar y reconectar con algo que damos por hecho hasta que nos falta: la salud. Esta conmemoración fue establecida en 1948 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y desde entonces se ha convertido en un recordatorio poderoso de que el bienestar, tanto físico como mental, es un derecho universal que todos deberíamos poder ejercer.

Personalmente, esta fecha me toca en varios niveles. No solo por el enfoque que este año tendrá —la salud materna y neonatal— sino porque estoy convencido de que la salud, en todas sus formas, empieza con decisiones cotidianas. Alimentarnos bien, movernos, dormir mejor, buscar apoyo cuando lo necesitamos… todo suma.

La Historia de una Lucha Global

Volviendo a los orígenes, el Día Mundial de la Salud surgió tras la firma de la constitución de la OMS por parte de 61 países miembros de la ONU. En 1950, se designó oficialmente el 7 de abril como la fecha para celebrarlo, en honor al nacimiento de la organización.

Desde entonces, cada año se elige un tema distinto para enfocarse en un aspecto específico de la salud pública. Este 2025, la campaña se titula “Comienzos saludables, futuros esperanzadores”, y está centrada en la salud materna y del recién nacido. Una causa urgente y muy necesaria.

Datos que Impactan

Las cifras hablan por sí solas: cada año mueren más de 300,000 mujeres debido a complicaciones en el embarazo o el parto, y más de dos millones de recién nacidos no sobreviven su primer mes de vida. Estas tragedias, muchas veces evitables, reflejan la desigualdad que aún persiste en el acceso a servicios de salud.

Lo que necesitamos es claro: atención de calidad, seguimiento integral y sistemas de salud que no solo atiendan emergencias, sino que prevengan, acompañen y eduquen.

¿Y la Salud Mental?

Otro tema que me mueve profundamente es la salud mental. En tiempos donde todo va tan rápido, cuidar de nuestra mente es tan importante como cuidar de nuestro cuerpo. El aislamiento, la ansiedad, el estrés… son realidades que muchos vivimos, y aún cuesta hablar de ellas con apertura.

Creo firmemente en la importancia de promover espacios seguros donde podamos expresar nuestras emociones y recibir apoyo. Necesitamos educación emocional desde la infancia, y acceso real a terapias, herramientas y profesionales que acompañen los procesos.

La Salud es un Derecho, No un Privilegio

Hablemos también de cobertura sanitaria universal (CSU). Para mí, esta idea resume lo que debería ser el objetivo común de todos los sistemas de salud: garantizar atención médica de calidad sin que eso signifique endeudarse o dejar de cubrir otras necesidades básicas.

La CSU no solo es deseable, es esencial si queremos cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. No podemos hablar de erradicar la pobreza o de construir sociedades justas si el acceso a la salud sigue siendo tan desigual.

Cómo Podemos Aportar Desde Nuestra Trinchera

El Día Mundial de la Salud no es solo un recordatorio institucional; también es una invitación personal. Yo, Alx Andrade, lo vivo como una oportunidad para hacer ajustes, para compartir y para activar pequeñas acciones que pueden marcar la diferencia.

Aquí te comparto algunas ideas:

  • Informa y comparte: Difunde contenido sobre salud y bienestar en tus redes.

  • Apoya iniciativas: Participa en campañas o proyectos comunitarios que promuevan la salud.

  • Muévete: El ejercicio no solo mejora tu salud física, también es un regulador emocional increíble.

  • Cuida tu alimentación: No por estética, sino porque es la base de nuestra energía y equilibrio.

  • Practica el autocuidado: Ya sea meditando, yendo a terapia o simplemente respirando con conciencia.

Conclusión: La Salud es de Todos y Para Todos

Cierro esta reflexión con una idea que me acompaña constantemente: la salud es una construcción colectiva. No solo depende de políticas públicas, sino también de lo que hacemos en comunidad. Cuando nos cuidamos entre todos, cuando hablamos de salud sin tabúes, cuando exigimos justicia sanitaria, estamos sembrando un futuro más sano y más justo.

Así que hoy, más que nunca, te invito a ser parte activa de este movimiento. Ya sea cuidando tu cuerpo, acompañando a alguien, informándote o alzando la voz. Todos los gestos cuentan.

¡Feliz Día Mundial de la Salud! Que este sea el recordatorio que necesitabas para volver al centro, reconectar contigo y con los demás.